lunes, 30 de junio de 2014

Los 3 demonios

Al principio de los tiempos hubo dos demonios que fueron creciendo,
uno lleno de miedos al que se lo empezó a llamar Odio y otro mucho mas manipulador llamado Dinero.
Ambos, al llevarse tan bien, tuvieron un hijo; un pequeño demonio llamado Tristeza.
El dinero y el odio conquistaron al mundo y se lo dejaron a su pequeño niño pequeño demonio cada vez mas grande y fuerte.
Nosotros como humanidad no comprendemos como Tristeza se hizo tan abarcativa.
Nosotros como humanidad buscamos entre los sueños (y libros viejos) el nombre de la cosa que pueda vencer a tristeza. Esa cosa aun no creada porque aun no pudo ser nombrada.
Mientras tanto, tristeza espera paciente en la cima de la montaña del mundo el momento en el que alguien encuentre el nombre que le de vida a su oponente porque Tristeza siente que aburrida es la conquista toda del genero humano.
Y nosotros, que aun no encontramos ese nombre, aullamos a la noche en manada para que por favor se nos revele: Auuuuuuuuuuhhhhhhhh!!!!!!

martes, 4 de febrero de 2014

Todo esta bien

Recuerdo estar sentado en esa piedra donde me posicionaba en la mitad del rió. La correntada me traspasaba, el agua tiene la fuerza de los que persisten, de los que no paran, de los perseverantes....
Como el atardecer que somos, nuestros colores acariciaban suavemente las plantas, los cerros, los cactus y todo lo demás. El sol nos bañaba gentilmente refrescando las ideas viejas (que necesitaban del paisaje) para renovarse. El tiempo cambió; ya no había especulaciones ni ansiedades tampoco incertidumbres. Simplemente estábamos viviendo el ahora.
Mientras la inmensa ave giraba en espiral algunos de tus bucles empezaban a animarse tímidamente a esa forma antigua ...
Las miradas descansadas se encontraban y lo entendían todo ya que habían ganado sabiduría de tanto contemplar bellezas que el paisaje les regalo como consuelo ante tanto gris-estéril acumulado.
Nuestros corazones cambiaron su ritmo; las ciudades habían quedado ya muy lejos. Ahora su mayor preocupación era trabajar para bombear la sangre a los cuerpos que se amaban donde la urgencia nacía.
El pasto, el vestido rojo, la desnudez, el verde de los arboles y arbustos, el sol, el ruido del rió, los pedacitos-particulas de alguna flor flotando en el aire, cayendo sobre nosotros mientras todo esto pasaba; sentir que no nos importa nada y a la vez nos importa todo.
La vida cambió. Tantas sensaciones de golpe me hacen parar a un costado de la ruta; seguirte a cualquier lugar. Perderme entre tus brazos, renacer en cada caricia.
Hoy me apura el miedo del que esta perdido y se da cuenta que le gusta esto de estar perdido.
Me confió a las sensaciones que vienen mas lejos que la razón y aunque sé que estamos criando nuevas y exquisitas melancolías del futuro, no me importa porque el rió me dijo que todo esta bien.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Sobre las sensaciones


... Que no son ideas, que no resuelven nada
que no son soluciones ni planteos
sólo aparecen delante nuestro, arriba nuestro
detrás nuestro, adentro también (sobre todo adentro)

La sensación de que no todo (pero si mucho) esta mal.
La sensación térmica de la inseguridad televisada.
La sensación de incertidumbre alimentando un fuego que quieren que ardan.
La sensación amarga de los que mueren yendo a trabajar en un trasporte publico.
La sensación de que todo esta manejado para provecho.egoísmo de los que quieren mas.
La sensación del humano insaciable y codicioso que ya empezó a rendirle cuentas a la tierra que habita.
La sensación de nostalgia de los que no están cuando deberían estar.
La sensación de anhelo de una idea renovadora (de un intento de futuro mejor) que cada vez envejece mas y mas junto a nosotros.
La sensación de indignación que se queda trabada en la garganta y luego tragada para empezar a descomponerse dentro nuestro.
La sensación de NO.sorpresa ante un accidente evitable.
La sensación de desinterés por las otra personas; si total nuestros culitos están satisfechos y a salvo.
La sensación del extremista que pide a gritos un fuego renovador o el diluvio universal (sensación de borrón y cuenta nueva para esta tierra)

si tantas sensaciones se nos alojan en el pecho no es de extrañar que las lagrimas quieran practicar un salto suicida desde nuestros ojos al vació.

(La sensación de sentirse ínfimo describiendo sensaciones, guardar el lápiz, cerrar el cuaderno, hacerse viejo mientras uno se amiga con la idea de emprender un viaje eterno que nos aleje de todas estas sensaciones)

martes, 3 de diciembre de 2013

Tormenta antigua

Calor intenso (incluso en la noche); insoportable. El cielo se enoja lentamente, el aire aun no se inventó: estamos en la era de la quietud. Toda la imponente belleza de las nubes, pesadas como pesan los días mas húmedos del verano sofocante. Se mueven lentamente como si nosotros fuéramos las hormigas que somos, se mueven lentamente a miles de distancias hacia arriba. Gota, silencio.
Gota, silencio.
Silencio, silencio, gota.
Gota, gota, gota gota gotagotagota ...
Los relámpagos se ramifican en las nubes que ocultan nuestro cielo como manchas liquidas que explotan chorreantes en la tela de esta pintura.
Las gotas cumplen una función de privación; son para que no podamos ver hacia arriba como algún dios enloquecido crea mundos usando al cielo de lienzo.
Gotas (muchas) y truenos, viento y furia. Baja la temperatura. El viento intimida hasta a los arboles.
Un canto comienza a formarse en mi garganta que empuja implorando salir. No se que dice; suena como aborigen. Suena a susurro lejano en el tiempo, a algo primitivo que toma cuerpo y forma, que nace: no del lenguaje sino de una memoria antigua.
El agua pega violenta y sin clemencia, yo tirado en el suelo resistiendo. El silencio murió hace rato; ahora estamos en la era de "las gotas dolorosas" que como kamikazes se dejaron caer e intentan darme en los ojos, intentan (siguiendo su mandato) cegarme. Lo consiguen, me arde la vista; el canto sigue creciendo y el animo se tambalea tratando de decidir si rendirse o seguir aguantando. "Seguimos aguantando" dice el susurro que ahora es vos de guerra. Como de alguien que va a la batalla y esta tomando coraje. La vos de guerra no es mía, es de pueblos ajenos, de los originarios de estas tierras que hablan a través de este canto a gritos y gritan que no quieren dejar sus vidas, ni sus tierras ni su pasado ni mucho menos su futuro. Es un grito del tiempo viejo, es un grito que no conoce este presente ni lo que se le hizo a su pueblo. Y crece, sigue creciendo (casi tanto como la noche y su temperamento) y se incrusta en mi pecho y me hincho. Me siento con valor para enfrentar esta tormenta y al espíritu de la lluvia que en ella habita: oh oh oh oh!!! rara re ra ra!!!! umba le sodale!!!! rara re rara!!!  shhhhh chu chu chuuuuuuu aaaaaahhhh!!! -Dice el canto.
oh oh oh oh!!! rara re ra ra!!!! -Sigue diciendo.
No sabemos de nosotros mismos hasta que enfrentamos las experiencias que nos toca atravesar.
No nos conocemos hasta que soportamos el carácter tremendo de la tormenta sobre la tierra en la que están nuestros pies descalzos.
La lluvia comienza a someter mi espíritu pero no me siento derrotado porque mi rival es enorme y ancestral y natural y hace lo que hace desde el principio de los tiempos.
Por eso me retiro, no soy  quien para tentar a una entidad antigua. Solo necesitaba la paliza purificadora. La purga a los males creados por el hombre que soy. La frescura de sentirse ínfimo en esta espacio que habitamos. Ganar la mirada simple del que acepta y espera a la muerte (no como algo tragico o negativo) sino mas bien como algo natural e inevitable.

martes, 26 de noviembre de 2013

Transformación

Vi como tus ojos se transformaban desde el temple de una mujer-humana a los de una hembra, jugando un juego dulcemente excitante. Y lo cautivante de tu cuerpo con la gracia de un primitivo animal felino, salvaje, de mirada peligrosa y extasiada, ronroneante, lamiente, gimiente; lejos de esta vida de objetos, cerca de las almas animales de la tierra…
Así te vi y me asuste, no de vos sino de mi; cuando note mis manos convirtiéndose en algo que no eran, en grotescas y peludas garras movidas por un nuevo corazón latiendo bestialmente. Me asuste como quien teme a algo que es nuevo, intenso y desconocido pero que le gusta. Aprendiendo el sabor de revolcarnos en las pasiones olvidadas de mamíferos maleducados en los modales humanos. La mente ya no domina nuestros cuerpos, el instinto se adueñó del momento para liberarnos en la esencia de lo que sentimos, en el fuego generador de vida, en la intensa fertilidad del trance.

martes, 19 de noviembre de 2013

La celebracion

Si las almas fueran eternas, o los espíritus recordaran lo que aprendieron, seriamos una gran acumulación de entendimiento en el transcurso de los tiempos.
Lo que los primeros habitantes llamaron dioses, presencias antiguas, entidades de los lugares mas viejos.
Lo que los primeros habitantes llamaron conocimiento (en el misterio de los ojos del yaguar, en el silencio de la víbora, en el baile de las medusas, en la agilidad de los monos o en los ojos infinitos de los lobos)
Si nuestras almas fueran infinitas, nosotros seriamos los primitivos que (sin saber) andan y se cruzan y se sueñan y se aprenden y se disfrutas y se presienten.
Si nuestros espíritus recordaran en una plano distinto al de la memoria de nuestra mente, en un plano mas intimo a lo instintivo, digo, si nuestros espíritus recordaran, quizá se reúnan bajo la música y la luz tenue a gesticular lo que el primer lenguaje les permitió decir: el grito primitivo lejos del habla y cerca de las constelaciones mas lejanas en las que nos vemos reflejados.
Si los primitivos se encontraran, celebrarían en una reunión nocturna -sin palabras ni explicaciones- sólo con miradas, celebrarían el encuentro, celebrarían estar juntos, celebrarían la vida, la noche, el misterio celebrarían. Celebrar también es estar perdidos y encontrarse con viejos (muy viejos) amigos.

viernes, 1 de noviembre de 2013

La masa de las tortafritas

La masa es una unión de partículas-individuos con una consistencia tal que a estas las mantienen unidas.
También se sabe que la suerte de una  partícula-individuo esta atada al resto de las demás.
Si una partícula-individuo pudiera elevar su nivel de conciencia  ¿Vería, ademas de la masa que la conforma, algo mayor a ésta?
¿Vería su todo que es parte de un todo mas grande?
¿Vería mi mano amasándolas y sabría que el fin de este movimiento cósmico seria hacer unas tortafritas para los mates en un día de lluvia?