La montaña de piedras:

Los hombres trabajan sin chistar
porque así se forma la montaña de piedras
mientras las hojas-pájaros migran a otro árbol
y el tren nos lleva al principio del día
las personas se comunican con bostezos,
y todas muestran sus caras de frió
y su movilidad reducida por las bufandas ortopédicas
Cuando nos marchemos, de nosotros solo quedara un leve recuerdo....
es lo único que dejaremos, una leve impresión....
El hombre que se sienta, y sólo sonríe
tiene otra visión del mundo (y nos alegramos por él)
Aplausos para el que GANÓ el asiento!!!!
(quebrando caderas en mal estado de viejecitas,
que si pudieran, no dudarían en quebrarnos las caderas para sentarse)
Si el camino es largo y nos da miedo,
recuerda que las canciones pueden ayudarte,
porque otros ya pasaron por ahí (igual que vos)
e hicieron música, para no sentirse solos.
Los demonios que aparecieron deben ser combatidos,
y la fuerza que se necesita para ello deberá salir del amor.
Sé que puedo vencer a la tristeza, si sé que vas a estar ahí,
para extenderme la mano cuando ésta me derribe de un puñetazo en la mandíbula.
El cantautor tenia razón; saber de los recovecos del alma humana es conocerse a uno mismo.
DIOS estaba equivocado, no esta bien perdonarlo todo,
al menos que queramos ser como la basura que se pisotean en las calles.
Este fuego que sentimos va a explotar en cualquier momento,
espero tener mi guitarra cerca cuando esto suceda,
porque la sangre, es un color que no combina con mis zapatos.

A tu vieja le cabe el mani

Trato de mantenerme ajeno a la estupidez humana,
suficiente tengo con la mía, hasta el día de mi muerte,
Vi tus ojos, y sabia lo que iban a decir,
y como no puedo adelantar la realidad,
tuve que esperar, sabiendo la verdad que nos estaba pasando.
Cuando me borren de este mundo,
una canción ocupara mi lugar,
la que a vos mas te guste...
Cuando ya no pueda respirar,
seré aire en tus pulmones,
abono para esta tierra,
idea para tu mente,
recuerdos para tus pechos,
ausencia para tu compañía,
y nada mas para esta vida.
Y por mas que escriba mil millones de palabras,
Y por mas que encuentre infinitas melodías,
Y por mas que describa todo lo que nos esta pasando,
los gusanos no discriminan,
y las memorias, tarde o temprano, mueren.
Solo entiendo, o ni siquiera, solo siento,
que la fuerza que aun tengo,
servirá para espantar algún que otro demonio,
aclarar alguna que otra tristeza,
confortar lo que el frió le hace a algunos corazones...
Toda fuego tarde o temprano se extingue.

Sacar algo bueno de toda esta locura.

Se suponía que hoy nos íbamos a levantar sin ese gusto a melancolía,
Que todo lo que hicimos fue para aliviar algún viejo dolor,
Que ya sangramos lo suficiente, como para que la herida limpia, comience a cicatrizar...
Que todos los esfuerzos que hicieron por vernos arrodillados, no serán tan fuertes como las ganas que tenemos de estar de pie...
Que aprendimos a gambetear tooodo lo que nos aturdía y que nos hicimos mas fuerte como para bancarnos la piña en la nariz de lo que no pudimos esquivar...
Que este principio de invierno no seria una escusa para darle de comer a nuestros demonios,
Que estas calles de barro de días y días no iban a empañar tus ojos...
Que las canciones mas tristes no sacarían a flote los recuerdos de vidas pasadas, de felicidades extinguidas, de momentos que fueron y sensaciones que ya no están...
Que los recuerdos serian nuestros aliados y no nuestros futuros monstruos,
Que las plantas de abril nos ayudarían a soñar y no a enroscar nuestras ideas en un remolino de confusión,
Que sacaríamos algo bueno de toda esta locura...
Que escucharíamos siempre, las voces de quienes nos aman, y no a los idiotas de turno que falsifican todo sentimiento...
Que escucharíamos siempre, las voces de quienes nos aman, por mas que el camino se este poniendo oscuro, siniestro y extenso...
Que escucharíamos siempre, las voces de quienes nos aman...

Bicicletas, andan solas en la calle sin sus dueños...

Te fui a buscar al mismo lugar de siempre y no estabas
Todas las bicicletas pasaron sin sus dueños, excepto la tuya.
Te cruce el otro día, por una esquina sin tiempo, y estábamos sin ganas de fingir.
Toda esta pobreza no redice en nuestros bolsillos sino mas bien en nuestros corazones.
El invierno agudiza la visión fatal de las cosas.
Debemos estar tremendamente bien (como para aburrirnos así e inventarnos tantos problemas)
En mi sueño siempre pude con mis fantasmas pero este ultimo era demasiado fuerte.
Extrañar era un sentimiento que casi no recordaba.