martes, 26 de noviembre de 2013

Transformación

Vi como tus ojos se transformaban desde el temple de una mujer-humana a los de una hembra, jugando un juego dulcemente excitante. Y lo cautivante de tu cuerpo con la gracia de un primitivo animal felino, salvaje, de mirada peligrosa y extasiada, ronroneante, lamiente, gimiente; lejos de esta vida de objetos, cerca de las almas animales de la tierra…
Así te vi y me asuste, no de vos sino de mi; cuando note mis manos convirtiéndose en algo que no eran, en grotescas y peludas garras movidas por un nuevo corazón latiendo bestialmente. Me asuste como quien teme a algo que es nuevo, intenso y desconocido pero que le gusta. Aprendiendo el sabor de revolcarnos en las pasiones olvidadas de mamíferos maleducados en los modales humanos. La mente ya no domina nuestros cuerpos, el instinto se adueñó del momento para liberarnos en la esencia de lo que sentimos, en el fuego generador de vida, en la intensa fertilidad del trance.

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