lunes, 8 de agosto de 2011

Un colectivo que recorre los mil barrios olvidados por dios.

Sale a beber la noche
pudriendo sus dientes
con miles de cervezas
llorando poesías
al final de cada vaso
siempre fiel a su tristeza
y recuerdos de algún que otro amor
que por dejar de entenderse
dejaron de quererse

escucha silbidos
ve reflejos de cosas que no existen
habla solo,
todo marcha bien.
sigue escuchando silbidos
y viendo reflejos
y hablando solo;
todos sigue marchando bien.

espanta con la mano un pensamiento suicida
sabe que tiene que esperar a que termine el invierno
y que el calor, derrita tanto frió mental,
tanta humedad en su espíritu,
y que las voces no se irán,
pero susurraran palabras mas cálidas
de alientos mas tibios e insultos mas suaves.

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