viernes, 12 de agosto de 2011

Hay que sangrar!

Viviendo rápido, corro en esta calle, tras las emociones que comúnmente no siento, emociones que están ahí pero no las vivimos.
Río idiota-mente tras el beso idiota del alcohol que nos quita el velo de lo cotidiano y nos deja hablar de esas cosas que comúnmente callamos, no porque sean tabúes (como temas intocables que nos cuesta hablar), sino porque no encontramos el momento para decirlas o simplemente no se nos pasa por la mente.
Río idiota-mente porque dije una idiotez, me río de mi mismo porque soy mi mas tonto bufón.
Entre la música, la gente, los amigos, el calor de adentro, el frío y la lluvia de afuera...
Hablamos con todos de todo y de nada....
De lo más trascendental a lo mas insignificante, miles de ideas se cruzan, gestos y actitudes se mezclan con el entorno para hacernos entender de una manera particular eso que estamos flasheando.
Casi me pierdo de esta fiesta. Puse como escusa el frío, luego el cansancio, pero fue una trampa en la que no caí y salí, cacé la bici y me mande... Si me hubiese quedado en casa (calentito, cómodo, aburguesado) mirando una película que probablemente hubiese sido mala, no estaría escribiendo esto al mas mínimo intento de recordar lo que vivimos...
Hay que salir a ver que esta pasando afuera, en el barrio, en la ciudad, en el país...
Hay que charlar con todos, hablar con todos, entenderlo todo (todo lo que nuestras quemadas cabezas puedan)
Hay que putear si algo nos sale mal y seguir intentando.
Hay que creer en nosotros mismos, sino nadie nos va a creer!
Hay que amar, abrazar, reír, tomar, fumar pero siempre con los ojos abiertos.
Hay que conocer gente, hay que emborracharse con gente para que nos muestren de que están hechos, que piensan, en que creen.
Vivir rápido, no es vivir a la ligera, sino mas bien es vivir INTENSAMENTE.
Podemos reír y llorar al mismo tiempo en un instante y eso será más fuerte que un mes de emociones controladas en nuestras controladas y repetitivas vidas...
Hay que tocar, hacer música. Sacarla del corazón para que a la gente que las escuche se le ponga la piel de gallina.
Aunque sangremos en el intento, en cada ejecución, en cada creación, hay que sangrar si es necesario....
Hay que sangrar...
Aveces, hay que sangrar para que nos escuchen, pero no teman, somos jóvenes y tenemos espíritu, y nuestra sangre se renueva.
No temas, ya somos grandes.
El cuco existe, pero podemos invitarlo a tomar una cerveza.
En el pogo esta el origen de lo primitivo que somos.

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