miércoles, 5 de enero de 2011

Vejez

Tristisima escuchas esa melodía, arrullandola entre tus ojos cerrados y tu ceño fruncido de placeres pasados.
Tristisima en tu cerveza de invierno de las 5 de la tarde...
El humo de tu cigarrillo de años besa tus poros y ese es el único amor que recibes desde hace ya demasiado tempo atrás.
Sabes que te hubiera encantado ser especial, pero sabes también que eso nunca pasó.
Corriendo ya cansada por las mismas calles, cuidando que no te alcancen los fantasmas de antaño...
Sonriendo de las maravillas mas cotidianas: el sol en la cara, una mañana de invierno, la crema del café, el color de los arboles (maldito y estúpido verde como los amas)
Tu cansada alma se deja llevar, aburrida de preocuparse, de pensar en no poder, de soñar en el futuro, de amar a lo imposible...
Le das la bienvenida a la vejez, dulce sonrisa para tus futuros nietos.

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