Ey! que bueno verte a los ojos
y saber que no me volveré de piedra.
Te encontré, te regué, te cuidé.
Vi como crecías, te enseñe lo que pude,
Hasta aprendí a dejarte ser.
Pero un día te deje al sol
y me olvide de darte agua
y te secaste.
Pero un día te deje al sol
y te marchitaste...
Resentida, dejaste de hablarme,
ahora solo charlas con otras plantas.
y vos continuas con tus cosas de planta
y yo con mis estupideces de humano
y de a poco nos vamos olvidando.
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