Un perro blanco se rió de mi y entendí todo por un instante.
El gato bebé llora por amor en la esquina.
Un perro negro, convenciéndome de que mi tristeza valía oro...
Una luciérnaga de odio mordió mi pierna,
luego el duende azul gritó: "Arriba las manos..."
Los zapos ciegos cerraron las persianas y se fueron adormir.
Los pájaros poetas de la cuadra celebran la lluvia,
los monos idiotas morimos en el barro.
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