martes, 22 de octubre de 2013

Intento de adaptación

En este intento de adaptación, sofocando lo instintivo, las ganas primitivas de ser en un entorno menos acotado.
En este intento de adaptación, donde grita una voz salvaje que callamos con consumo, psicólogos, drogas y humanización social.
En este intento de adaptación, donde los que no pudieron y abandonaron la carrera son llamados locos y los que aún lo intentan se van dando cuenta que los problemas mentales son acumulativos...
En este intento de adaptación, donde lo esencial es la casa linda, el auto lindo, la mujer linda, el hijo lindo, el lindo sueldo y la linda comodidad para quedarnos conformes en nuestro lindo estilo de vida donde somos funcionales a una sociedad que nos necesita para ser, para generar capital, para controlar de una manera sutil su existencia y perduración.
En este intento de adaptación, donde nuestro espíritu apenas respira (por la hendija de una ventana mal cerrada) el aire fresco que viene de afuera de las ciudades.
En este intento de adaptación, donde nos enfermamos sin saber por qué, donde nuestras células se amotinan, nuestros pulmones se quejan, nuestro hígado se resiente de los hábitos que tenemos para olvidar, escapar, mirar hacia otro lado, apagarnos por un rato.
En este intento de adaptación, donde la vergüenza y culpa impuesta por las instituciones reguladoras de morales mentirosas religiosas que con tanta fuerza influyeron en los últimos siglos y que aún dejan su residuo pudoroso entre los individuos.
En este intento de adaptación, donde el amor y el deseo se ven adormecidos en vez de correr libres y con los pies llenos de barro por las praderas verdes de la fertilidad de la tierra.
En este intento de adaptación, donde nuestro espíritu encerrado clama a gritos y rasguña las paredes (hasta sangrar) para escapar de la jaula de razón en la que fue encerrado, 
para sanar a este híbrido humano-enfermo y animal-enfermo que somos, 
para vagar por los suelos descalzos, 
para soñar con los caminos que andará, los paisajes que verá y las familias que formará, 
para morir sin arrepentirse del tiempo malgastado en esta vida por una rutina sofocante, 
para reencarnar en un animal verdadero, en un árbol sabio o un lugar eterno de esos que generan el bienestar de los que buscan las respuestas a las preguntas que en los sueños más profundos son susurradas por la conciencia elemental.
En este intento de adaptación, creo que estamos entendiendo que algo no esta funcionando, algo no nos esta haciendo bien y algo tiene que empezar a cambiar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario