Y quede atrapado en esa situación en donde mi orgullo me dejó. Y aunque le de batalla el guacho, tiene sus mañas, me hace sentir único, engorda mi ego (otro idiota funcional a lo mal que funciona este sistema de relaciones llamado sociedad). Y este otro idiota, me palmea la espalda, me infla el pecho, pero sobre todo tiene la sutil magia de no hacerme caer en el vació, en el sin sentido de la vida...
-Que confuso que se te puso todo a vos que casi siempre la tenes clara, o al menos eso demostras...
Y que geniales estos momentos de reflexión aunque a veces sea jodido hurgar entre las cosas del alma y la mente, como cuando de tanto intentar sacarnos un moco nos sangra la nariz y paramos y esperamos a que ésta se cure y volvemos a intentarlo por el solo echo de lo incomodo que es vivir con un MOCO duro, filoso y molesto en nuestra fosa nasal.
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